lunes, 18 de junio de 2012

Cápsulas de tiempo

"Necesitaba salir, un cigarrillo, una canción que le devolviera ese calor en un lugar remoto del cuerpo, que no era precisamente el alma porque se sentía de manera muy física, pero no podía localizar en un punto certero. Sabía que apenas iba a mantener el entusiasmo de esas cavilaciones durante un par de días, a lo sumo una semana, pero el hecho de no poder bajarlas a tierra, encerrarlas en el papel, lo desconsolaba terriblemente. Se distrajo con el humo del cigarrillo y en la blancura efímera de ese humo que contrastaba con el cielo renegrido, la asociación libre lo sorprendió llevándolo nuevamente al sur. Entonces recordó las promesas de un par de años atrás, el sueño de otra persona a la que quizás amó o de la que introdujo su recuerdo en una cápsula de tiempo. Porque a veces sentía que amar era de vez en cuando eso, el estallido en la panza del enamoramiento, la idealización y de a poco la construcción de una imagen que guardábamos, por diversas razones, en una especie de cápsula de tiempo, ese experimento en que se entierran objetos de distinta índole para recuperarlos tiempo después. Y la cápsula del tiempo mantiene inmutable su contenido, creando una falsa noción de lo que se siente por ese "contenido", confundiendo la cristalización de esa imagen con la inmutabilidad de los sentimientos."

[fragmento de un escrito en proceso, desesperado, íntimo y casi automático. con miles de errores y necesidad de un mentor de ocasión. pero me decidí a compartir algo]

4 comentarios:

¿es o no es? dijo...

me encanta este rebosar de palabra, impulsivo, casi -sino todo- auténtico.

gusto de más! :)

Sabrina dijo...

eclipse! nunca dejes de escribir, escribí todo, vaciá el alma así la podés volver a llenar, de nuevos sueños, vaciá esas pesadillas, escribilas!
un beso desde el otro lado del charco ;)

Sabrina dijo...

no serás vos la ex de mi ex? jajaja
si, hay algunos descubrimientos que nos aclaran un montón!
gracias por pasar siempre :)
besos!

Fernanda Sandoval dijo...

Para ser un escrito en proceso, desesperado, con errores, tímido y de más; te ha quedado excelente.