Se fue el 2010. Era algo que esperaba con ansiedad. No quiero hacer balance porque lo negativo me va a ganar de todas formas. Prefiero pensar en el 2010 con una lista de personas, de nombres que estuvieron ahí, principalmente personas que conocí en este año y de algún modo u otro hicieron la diferencia.
Hay una Anne Valerie que me dio mucho amor, alegría, risas, mates compartidos y días felices en su compañía.
Hay una Yanina a quien extraño siempre, con quien trazo planes imaginarios, en quien pienso cada vez que me suceden ciertos hechos o leo libros o veo cosas, con quien imagino charlas para pasar horas y horas.
Hay una Antonella que me ha hecho reír muchísimo y me ha regalado su buena onda, una Lucía con quién pasé momentos geniales, quien me albergó en su casa, me bancó la cabeza, me hizo reír y me acompañó en momentos jodidos.
Hay una Agustinita de cachetes apretables y voz encantadora, un Bruno con su calidez y sonrisa amplia, un Juan Pez, persona completamente abrazable y al que admiro y extraño mucho.
Hay una Cecilia que se ha bancado mis malhumores, mis bajones, mis broncas y mis defectos, siempre prestando su oído y dando apoyo.
Hay un Federico, con quien poder pelear siempre que una está aburrida, a quien molestar, pero también con quién compartir lecturas, opiniones, con quien crear cosas, a quien pedir opinión.
Hay una Manuela, con quien compartir viajes en ómnibus, intercambiar aspectos de lo cotidiano y visiones del mundo.
También por ahí hay otra Lucía, con quien algo mágico nos conectó desde un principio, de quien aprendo cada día, con quien me divierto muchísimo, con quien compartir infinitos aspectos de la vida.
Hubo también una Roberta con quien reir y aprender, un Jean Christophe, un Andrè, un Travis, Un Max, una Jessie, un David, una Aditi, todos con infinitas ganas de aprender, que me mostraron su respeto, su esfuerzo y sobre todas las cosas, su alegría de vivir y su cariño, cada cual a su modo. También el A-Team que formamos con Lucía, Agustin y Denisse, a quienes me encantó conocer.
Hay un Claudio, con quien compartí un hermoso proyecto, infinitas tardes de cafés, tés y charlas enriquecedoras.
Hay un Leandro con quien puedo hablar de lo que sea, intercambiar gustos, palabras, visiones del mundo, cariño solapado, bromas, peleas por hobby.
Hay una María Julia y un Martín que desde lejos se hacen sentir muy cerca.
Hay una Irene que me enseñó, confió en mí y me dio más de lo que merecía, probablemente. Una Mari con quien charlar y sentirse cómoda trabajando.
Y más allá de las nuevas personas, siempre el 2010 tuvo el abrazo de Jorgelina y su estela de risas, de un Demente paranoico con quien no me canso de pasar el tiempo, charlar y compartir la vida, una retobada pero hermosa Babilonia, mi gran y único hermano Pablo, el grupete bellasartiano que se mantiene, G., que si no después se me ofende, Evelin, mi lumbrí querida que siempre está para animarme el día y bancarme la cabeza y todos mis defectos, Majo, Flopa, Ceci, VyV, mi primera y mi segunda mamá, mi hermana mayor y mis sobrinos. Toda mi familia elegida.
Tantos! Después de todo, seguro hubo muchas cosas buenas este 2010. Que el 2011 sea mil veces mejor.