viernes, 30 de marzo de 2007

Mi calle

Lo prometido... es una deuda peligrosa.
Acá va el poema


Mi calle

Mi calle huele a guerra
no declarada
y a penas rancias,
a versos nunca dichos.
Mi calle huele a miedo
y fiebre por las mañanas,
huele a niños descalzos y a sueños grises.
Yo cruzo avenidas y le traigo edificios de regalo
y le lloro canciones que no conozco.
Yo le grito a su cielo que le dé más sol
y camino sobre su frente dormida por las tardes.
Mi calle huele a pasado
y el futuro pasa por la otra esquina.

De todo un poco... de lo que no sé

Hace tiempo Omar Prego nos dijo en una pequeña reunión en mi queido TdlP, "uno tiene que escribir sobre lo que sabe" y a partir de ese comentario, la frase siempre anda dando vueltas en mi cabeza, buscando acomodarse a algo, luchando contra todos esos pensamientos contradictorios que suelo tener.
No sé escribir sobre lo que sé, o más bien, no sé qué es lo que sé. A veces pienso que no hay nada en lo que realmente sea buena por completo, que realmente conozca a fondo y esto suele deprimirme, porque se junta con todas esas ideas sobre la ambición de la sabiduría y conocimiento... Pero por más que trato de analizar qué es lo que sé, no logro encontrarlo. Mis relatos no pasan de reflexiones sencillas y son sólo parte de lo que necesito expresar, nunca logro decirlo todo. Tal vez por eso me siento mejor en la poesía. Escribir bien no es lo mismo que redactar bien, lo último solo se logra con práctica y esfuerzo; creo firmemente que al primero se le debe agregar una dosis de talento, las fórmulas no son suficientes.
Pero volviendo al escribir sobre lo que uno sabe, suelo creer que no tengo nada realmente interesante que contar, nada más que las cosas que sueño vivir o que desconozco y quisiera conocer. El mecanismo en mí se da al revés. Sucede que escribo sin saber de qué hablo, sucede que la ficción no pasa solamente por el hecho concreto sino por la situación, el contexto, las emociones que me son desconocidas y dudo que eso pueda derivar en algo convincente o medianamente bueno.
¿Y será que abarco mucho y poco aprieto? Suelo utilizar este dicho muy a menudo, pero no pensaba para aplicarlo a mí misma... Mi variedad, multiplicidad y complejidad de intereses a veces me traen dolores de cabeza. ¿Cómo conjugar todo de manera positiva para mi vida personal y profesional?
En la devolución de un trabajo para la universidad se me señaló este punto. Suelo salirme de los objetivos de mi carrera como comunicadora visual y mezclarme en otros terrenos que tal vez no le aporten lo que deberían. Pero no puedo con mi condición... y suena tristemente gracioso.
Bueno, parece que he escrito sobre algo que sé, pero no es para nada interesante. Y pensar que este post se iba a tratar de algo totalmente distinto. El que haya llegado hasta esta lína, mis felicitaciones, es un post totalmente descartable, cuando llegue la inspiración y logre decir lo que quiero postearé de nuevo. Lo mismo me he propuesto con la poesía, no escribiré más hasta que se me salgan los versos por los poros, hasta que no pueda con la necesidad. Lo último que he hecho es despreciable. Tal vez cuelgue algo nomás para compartir la vergüenza. Sí, de seguro ese será mi próximo post.



[a propósito de esto, encontré este post... qué cómico]

domingo, 25 de marzo de 2007

La imagen perfecta


visto en Recogedor

viernes, 23 de marzo de 2007

25 mejores posters de películas















En Blogdecine me encuentro con este link a la revista Premiere, donde publican los, a su entender, 25 mejores posters de películas. Sin dudas hay muchos buenos, aunque no coincido con todos y hay unos cuantos afuera...

jueves, 22 de marzo de 2007

"Venid a ver el cuarto del poeta" V

"Venid a ver el cuarto del poeta.
Salid a ver el cuarto del poeta.
Desde mi corazón
hasta los otros
hay cincuenta peldaños de paciencia.
¡Voladlos, compañeros!
(si no me halláis
entonces
preguntadme
dónde estoy encendiendo las hogueras)"

"Venid a ver el cuarto del poeta" IV

" Y si encontráis llorando a la alegría
océanos y océanos de arena,
preguntadle
por todos
preguntadle
y llegaréis al cuarto del poeta:
Una silla, una lámpara,
un tintero de sangre, otro de ausencia,
las arañas tejiendo sordos ruidos
empolvados de lágrimas ajenas
y un papel donde el tiempo
reclina tenazmente la cabeza."

"Venid a ver el cuarto del poeta" III

" Si encontráis a Evelina
contemplando morir la primavera,
preguntadle
por mi alma
y también por el cuarto del poeta."

"venid a ver el cuarto del poeta" II

" Si encontráis a mi madre en el camino,
cosiendo su ternura a mi tristeza,
preguntadle
por el amado cuarto del poeta."

martes, 20 de marzo de 2007

"Venid a ver el cuarto del poeta" I

Mañana es mi entrega de fotografía. Realmente quedé bastante satisfecha con los resultados, especialmente porque pude hacer algo que venía queriendo hacer desde hacía mucho y sólo había quedado en ideas frustradas: la interpretación de un texto a través de fotografías.

Todavía recuerdo aquellas tardes en la plaza, en los alrededores de Palacio Legislativo, mis árboles malditos, la rosa negra, la puerta cerrada, el cassette de la memoria, los escombros, las pisadas fantasmas, todas esas cosas que para un par de personas, al menos, dicen algo.

Esto no llega a ser lo que soñamos entonces, pero siento realizada una tarea pendiente conmigo misma. La próxima vez se tratará de una texto de creación mía. Me lo prometo.


[pondré una foto por cada post, acompañada de la parte del poema que la sugiere - y que recordarán de posts anteriores]



"Venid a ver el cuarto del poeta.

Desde la calle

hasta mi corazón

hay cincuenta peldaños de pobreza.

Subidlos.

A la izquierda."

de paso

Vamos tragando sueños, lo que nombro y lo que callo, la fiebre del invierno, los vicios del pasado. La memoria se cansa de darnos tregua, el aparecido no aparece, el desventurado se lanza a la aventura.
El suelo que moja nuestros pies me envenena, me ciega hasta la muerte.
Vamos tragando sueños, en cada relámpago, en cada cable, en cada hoguera.
Vamos tragando el mañana, sorbiendo el tiempo que parece invencible.
Ahora que el miedo es nada más que una promesa de nuestros enemigos, que todos nos han traicionado, ahora el dolor se percibe dulce.
Vamos tragando insomnios, palabras que se lleva el viento.