miércoles, 30 de diciembre de 2009

Ahora sí, balance especial

Siempre hago un resumen del año en frases/palabras/listas de cosas.
Hoy quiero resumirlo con posts.
Uno por mes. Porque fueron significativos, porque me gustan mucho, porque quiero traerlos de nuevo por acá, no sé. No tienen por qué leerlos, obvio, pero quizás los que los conozcan los recuerden y los lleven, de alguna manera, a cada pedacito de nuestro año 2009.

Enero - Viaje, lejanía, amigos y un pedo gigante en la cabeza. Así se fue enero, con amistades y problemas semiológicos.
Febrero - Calor y amigos, el tipo que canta inaugurando el año.
Marzo - Así eran... cada tanto. Las ficciones del sueño y Janis que me enamora de esas palabras y su música. Contarse los dedos en silencio, con calor y sueño.
Abril - Tres escenas de abril. El otoño en puerta y tanto por delante...
Mayo - De nuevo el tipo que canta... en un frío extraño de mayo, lleno de comienzos, frustraciones, pero también sonrisas. (y chococumples!)
Junio - Me sorprende El Loco, viene a la memoria de junio... inexplicablemente, para enterrarlo (o evocarlo?) un poco más.
Julio - La alegría del trabajo reconocido. Compartida.
Agosto - Dicen que aparecieron costados donde una vez tuve nombres... La poesía me sigue visitando en el frío de Agosto.
Setiembre - Setiembre evocado desde la infancia, entre las últimas x-o entregadas y los que corretean en el principio de una primavera engañosa.
Octubre - Octubre, que es mi mes favorito, no se porta bien. Sin embargo trae olor a mandarinas y alguna que otra cosa para renovarse. Le doy una oportunidad.
Noviembre - Insomnio, sí, y muchos proyectos, aniversarios, ganas de hacer cosas pese a las desilusiones de lo que acaba sin empezar.
Diciembre - Es té de menta, promesas y el Eco del disparo de largada. "Ocupando de a poco el espacio de mi abrazo hueco". Sostener el comienzo de algo lleno de posibilidades, las uñas que nos mordemos en la oscuridad. El fin de año que en realidad sólo se continúa en sonrisas.

Por un buen 2010!!

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Puntos de partida IV

La tardes cargan con el peso de mi ansiedad, con los papeles vueltos cristal de mis libros, con mis manos que no paran quietas, con mis ojos abriéndose y cerrándose tras cada día sin querer hacerlo más.
El verano viene cargado de promesas y me espera en el viento, al sur, en las mentiras piadosas y las calles goteando la efervescencia cruel de las nostalgias.
Como diapositivas, la ansiedad nos juega sucio y muestra imágenes que aún no son. Temer a las despedidas antes de las llegadas, reclamar un pedazo de cielo que aún no fue nuestro, beber el rocío que aún no cayó en esa calle oscura que jamás he conocido.
De nuevo el eco anticipado del disparo de largada.
La certeza, con gusto a té, de ser puntos de partida.




Post numero 200 en esta víspera de Navidad cargada de corazones acelerados y ganas de que se termine el año. Felices fiestas a todos. Probablemente vuelva a escribir antes de que acabe el 2009, pero por las dudas dejo mis saludos a todos los que pasean cada tanto por acá, me leen, me comentan o simplemente quedan en el silencio (son importantes para mí también).
Lejos de un saludo sentimentaloide, quisiera proponer brindis binarios por aquí y por allá, abrazos cargados de ceros y unos, regalos envueltos en links. Y ya me callo, porque se volvió un saludo más extenso que el post y lo va a dejar en segundo plano.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Hoy


Es época de balances pero aún no quiero. Será que me toca una época en que yo me balanceo tibiamente sobre una hermosa cuerda floja, con millones de posiblidades y pareciera que el año que termina no es un fin de nada, sino que se prolonga esta época de cuerdas flojas y nuevas cosas sin hacerle caso a que llega una nueva decena.
Será. O no. Quizás simplemente se trate de retrasar el volver sobre mis pasos, pensar, discernir, contabilizar, marcar, tachar, contar puntos. Mi memoria prodigiosa se tara en los momentos de balance, se olvida de millones de cosas, no sirve, defintivamente.
Prefiero quedarme acá, en la cuerda floja, en este montón de incertidumbres que alimentan un vértigo extraño y somnoliento, que va despertándose de a poco y con muchas ganas. La inseguridad nunca fue buena compañera, pero ahora la tomo entre las manos como una mascota dócil, invierto mi tiempo en plancharle las arrugas, en alimentar las buenas consecuencias.
Es época de balances pero aún miro hacia mañana, procurando el paso al frente y armar paquetes con los millones de preguntas, clasificarlas, sonreírles, dosificarlas, guardarlas para nuevo uso.
El viejo año se despide con giros esperables, con verdades sospechadas, con la ironía enorme del destiempo. El nuevo se avecina con pruebas de fuego en las que tengo muchas ganas de quemarme, con sonrisas que ya estaba extrañando, con promesas de abrazos y verborragia acumulada.
Será que todo se aproxima nuevo, como los regalos que aún no te compré.

martes, 15 de diciembre de 2009

Puntos de partida III

orbitaba la luna
el pez delicado del silencio
un planeta de sal en las alturas
un dedo índice de paz y de nostalgia.
atesoró las caminatas
que le contaba con voz de nieve
tuvo espejos
pero quería tardes de plazas
y fósforos incendiando el rocío.
orbitaba la luna
en espacios de tela multicolor
en tazas de té
en lagos con nombres indígenas.
nada ocupaba el cielo
más que un rumor incandescente
y todo lo frágil
de un momento feliz.

"(...)me han puesto manos para hablarle
a las cosas de mi."


domingo, 13 de diciembre de 2009

Puntos de partida II

Ponele que me tiré en el pasto, me descalcé y dije eso, como conclusión a todas las palabras que había soltado sin lograr que juntas significaran demasiado. "Somos puntos de partida", dije, acariciando el pasto con los dedos desnudos. Y eso es todo lo que importa ahora, el cero a partir de acá, las ganas de ser tanto después de este cero, una marca, un mojón, una oportunidad que se llena de grillitos alegres.
Ponele que fue en un día de mucho sol, después de leer en voz alta un par de capítulos de ese libro. Vos también hablaste, dijiste "gracias por venir".
Y ponele, imaginate, que el silencio que siguió a tus palabras de espuma, al fin, tuvo ojos.

viernes, 11 de diciembre de 2009

TO DO list:

- trabajar más
- estresarme menos
- llegar a fin de año sana y salva
- armar valijas, comprar pasajes
- borrar los mensajitos tripleequis que ya no significan nada
- reducir el número de veces por día en que pienso "tengo miedo"
- emparejar el desastre que le hice a mi flequillo
- cortarme el pelo como dios manda
- comprar té, regalar té, oler té, respirar té
- leer "La habitación cerrada"
- sonreír más, extrañar menos, pensar menos, sonreír más
- comprar regalos
- dejar atrás lo que debe ser dejado atrás por fin
- mirar hacia lo que me espera

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Puntos de partida

Un aroma a canela asciende suave y le enreda el pelo. Es hora de limpiar las migas que quedan en la cama, estirar los brazos, recibir al sol en el temporal de un día lleno de señuelos que esquivar. Cada tarde fría es un enjambre de abismos, un encuentro con todo aquello que alguna vez hubo de ser temido.
Pero no. Las manos entre la ropa, entre los platos que lavar, entre los juegos que se inventa al esquivar las rayas de las baldosas, las manos en los ojos, la boca cerrada, la mudez con que descansa después de las fiestas.
Asuntos que improvisar. Ya nada es seguro y el sonido a viento también es un engaño y la nieve por correo es una nota suicida y dulce y las bocas que se ríen en los bares de siempre son enigmas, laberintos, trampas a los escrúpulos.
Pero sonreír, de señal a señal, en un silencio que se parece tanto a la felicidad. Distinguir, con claridad y torpeza, entre la antigua dicha de la piel y esta novedad de sonidos sin contacto.

...en un rincón de mi salvapantallas

viernes, 4 de diciembre de 2009

Eco


El frío se escapa y sin embargo el té. Siempre.
Tacitas con té de menta auguran planes y un viento suave que haga volar la espuma de otros...
Y así quedamos, frágiles en el contacto con mareas de celofán y piedras, desarmándonos las ropas entre los días de un mes que recién comienza pero tiene olor a guardado.
El disparo de largada parece haber tenido un eco como el que señala Cortázar en "Para escuchar con audífonos", ese que antecede a cada pieza cuando se escucha con audífonos y tiene una explicación técnica pero que Julio se niega a creer y cuya consecuencia ve monstruosa.
Se siente el eco de ese disparo de largada segundos antes de que exista, la ansiedad y el milago de más de un día con sol lo traen a rastras y lo clavan en alguna pared cual retrato valioso.
Será cuestión de entrenarse, de entregarse, de armar valijas y cuadernitos de hojas limpias.
Será cuestión de sonreír y hacer sonreír, de gastar con hambre cada minuto, de facilitarle las cosas al azar.
Y así quedamos, amaneciendo en tardes de cosquillas, abrigándonos tras nombres falsos, repitiéndonos las cosas como si cada vez fuera la primera.
Eco, es el eco... (antes o después) pero el eco...



"ocupando de a poco el espacio de mi abrazo hueco"