"Esse é o nosso mundo
O que é demais
Nunca é o bastante
E a primeira vez
É sempre a última chance
Ninguém vê onde chegamos
Os assassinos estão livres"
Teatro dos Vampiros - Legião Urbana
Subimos al techo. Los árboles demasiado altos, la casa demasiado hundida en la ciudad. No tenemos panorámica; el barrio, el rincón extraño de esas casas todas iguales nos ofrece un paisaje de soledad, de alfombras verdes, una fábrica, cables que cuelgan a uno y otro lado. Me río de la iniciativa y me siento en el suelo-techo, fantaseando con la idea de la reversibilidad de esa superficie.
Casi no hablamos. La tarde se muere ahí arriba pero ignoramos si pasa lo mismo allá abajo.
Subimos al techo y hablamos de nombres, de calles, de ciudades, sin ver ni un auto pasar; demasiado bajos, demasiado tranquilos, demasiado domingo.
Bajamos sorteando obstáculos y nos olvidamos que era invierno, porque el sol nos había dado una tregua.
E a cada hora que passa
Envelhecemos dez semanas...
Envelhecemos dez semanas...
Nos quedamos con miradas ancianas pensando en una tarde, en que "ese es nuestro mundo, lo que es demasiado, nunca es suficiente." Y vacilamos ante ese futuro de infusiones y recorridas por los tejados.