sábado, 28 de febrero de 2009

Agorafobia

A todos les gusta el mar y yo
nomás
prefiero ver
las olas
rompiendo sus flemas
en alguna orilla
y no meter
ni un pie.
Pero todos
todos ellos
aman el mar
el mar abierto.
Y yo cambiaría mi seguridad de arena
por una agorafobia continua
si pudiera tenerlos.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Outside the wall

All alone, or in two's,
The ones who really love you
Walk up and down outside the wall.
Some hand in hand
And some gathered together in bands.
The bleeding hearts and artists
Make their stand.

- Outside the wall - Pink Floyd





tanto silencio después de tantas palabras. tanta vereda angosta en la sutilidad de mis fracasos. tanta noche, madrugada a las cuatro, tanta promesa desterrada de su caliente selva de reprobaciones.
puse sobre la mesa mis conjeturas, mi perfil en el espejo, mis palabras se acomodaron en tus dudas, las tomaste, te acariciaste con ellas, te hicieron bien y pasé a ser solo eso.
tanto silencio después de tantas palabras. por ahí me acostumbro y dejo que la noche muda me revuelque de buena manera entre sus piernas de estrellas. mis piernas blancas se enrollan para que duerma mejor.

there's nobody outside the wall for me. all alone, not in two's, gotta say goodbye to this lonely you.
(años sin estar tan bilingüe)

(y baaaaasta de lamentaciones; ya volveré a aburrirlos con poesía)

lunes, 16 de febrero de 2009

El tipo que canta II



la noche terminó muy temprano. todavía estoy linda, no sé para qué. miedo de la calle oscura y el poco frío, miedo, correr las cuadras peligrosamente agazapadas, alejándome el portón. la noche demasiado temprano y todavía estoy linda, con mi escogido outfit de ocasión, sencillo y personal.
los teléfonos me hacen zancadillas, la timidez me acorta la noche, me deja con palabras en la punta de la lengua y me aleja las posibilidades.
girar y girar con la pollera liviana blanca de noche, ser una luna así grandota a causa de la revolución sobre el eje de mi cuerpo.
y el tipo que canta, el cuello que canta, agota lo suave en dos o tres notas. él tímido también. ojos cerrados también, sostiene la música mientras toma algo, agradece como disculpándose, sonríe tímidamente, pocas palabras, manos ágiles, voz sencilla. el tipo que canta no me canta, pero me encanta.
demasiada poca noche. aunque la soledad se entibia con dos estrellas que se suman a la danza nocturna. se ríe, la noche se ríe.
yo no quería reir hoy, no podía, pero las estrellas...

brindo por un tacho de basura (mis estrellas de hoy)
por si alguien se lo pregunta... El tipo que canta I, es una entrada del 24 de julio de 2008, pueden buscarla ahí. este es otro "tipo que canta", distinto del mencionado aquella vez (si acaso fueran reales)

lunes, 9 de febrero de 2009

Sala de espera

Me espera, ancha y tibia, para que espere, entre en el trance de quienes están paso pero se estacionan en un pedacito de vida.
Otros respiran conmigo, dormidos en el calor indeciso de la noche, amarrados a una esperanza, interrogados de cerca por la oscuridad leve del recinto.
Muevo, me muevo, no puedo estar quieta. La sala de espera es tanto silencio entrecortado por comentarios profesionales y conversaciones cotidianas, es tanto silencio de abrir ascensor, de escuchar chusmeríos parciales, es mirar las lucecitas oscilando entre el SS y el 5, de arriba a abajo, toda la noche, las páginas del libro de toda la noche en ascensor, el libro leer, levantar la vista, el ascensor, la noche.
El mobiliario no puede ser movido, ordenan prolijísimos carteles que no huelen a hospital. El mobiliario es cómodo e inapropiado, es de color, es suficiente y un poco cómodo. La sala es una habitación, ni grande, ni chica, la vista la abraza cansinamente, la estudia como una actividad más después del desgano para leer o escuchar música. A simple vista es un lugar, pero si los ojos miran hacia arriba, se posan en la franja vacía previa al techo, en el techo mismo, ese rectángulo blanco y limpio... es espacio. Arriba espacio, espacio contra lugar, lo definido por el mobiliario, los bultos que respiran en la penumbra, las sombras, la luz del escensor, la música tenue que viene de algún sitio, las voces hechas susurro. Todo lugar. Arriba, espacio, blanco, donde el aire puede dar piruetas a su antojo, puede moverse libre entre blanco, techo, pared, al límite de los primeros carteles y los marcos superiores de las puertas.
Y afuera, también esperando, el árbol parece un ser animado más, la copa desde arriba, una masa verde, músculos recubiertos de piel verde, articulaciones, algo que respira bajo la luz de sodio. Espera en la calle, acompaña el silencio de la sala, respira como los bultos, que son personas que duermen. Respira como respiro, confundida, pensando, pensando sin poder dormir, pensando demasiado, pensando distraidamente, por vicio, por necesidad, por complicación, por manía.
Espero. Parece que siempre estuviera esperando el relevo.