viernes, 9 de septiembre de 2011

Lucecita


éramos dos figuras en la noche
envasados en el auto sin luces
a un costado,
fantasmas,
irremediablemente perdidos.
una luz distante nos dio esperanzas
minúsculas, como su tamaño en la lejanía.
también nos llevó a la discusión
de si se alejaba
o se estaba acercando.
así nos dormimos
en un vaivén de esperanza y desasosiego.
por la mañana, supimos,
sin siquiera hablarnos
que ambos estábamos pensando
en el tercer canto de la Divina Comedia
aunque sin avispas o bichos
que nos picaran.

Setiembre 2010

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