viernes, 23 de septiembre de 2011

Falencias

Y un cielo limpio no basta. Ni las estrellas trazándonos mapas de ensueño. No basta tener la facultad (ahora inalcanzable, casi sublime) de escribir poemas para jactarse de tener voz.
No basta tener un pañuelo blanco con que saludar al ver partir el tren.
No bastan los amortiguadores, la cuenta regresiva que cada tanto imponen las resacas.
A veces la ventanilla del ómnibus tiene pegada la postal de ese lugar al que siempre prometiste que irías, esos viajes nunca hechos sobre los que alguna vez escribimos.
Y no basta el recuerdo de esos días de promesas al viento.
En este tiempo de primavera recién estrenada, de la ola de frío que se avecina pese a que las pelusas de los árboles comienzan con la amenaza de cada año, en este tiempo de hormonas viajeras, no basta con hacerse a la idea de futuros comienzos.
Hay un no sé qué de encanto perdido en la ciudad que me compartió siempre con otros destinos. Están las fotos que se caen de revistas cuando uno menos quiere encontrarse con ellas, están los mensajes encriptados de la culpa, las cartas sin remitente de esos ayeres que se acobardan cada tanto en la memoria.
Una golondrina no hace verano. Y un día de sol no hace la primavera, tampoco.
No basta el cuento antes de dormir para garantizar un sueño apacible.
Pero tampoco se encuentra por ahí en una volqueta lo que falta, como encontramos cada tanto pedacitos de otros para recrear nuestro propio universo de colores.

4 comentarios:

EMILIANO dijo...

muy cierto niña. la poesía nunca alcanzó y nunca alcanzará.

su voz muda es la condena del que siente.

y así vamos.

un abrazo.

Georgia SinClaire dijo...

ouch

:)

(no puedo decir ni mu)

besop.

Gonzinko dijo...

Con que una golondrina no hace verano?? Googlee, porque me gusto la frase, googlee a ver si me traia de vuelta aca. Pero no, es refran... Asique por lo menos me aprendi un refran nuevo. Saludos

Jorgelina Mandarina dijo...

lo único que no queda es nuestro propio universo, colorido y atrincherado, para hacernos un poco más fuertes y más humanos. Te quiero.