domingo, 13 de marzo de 2011

Sudestada



Quisimos una casa en el fondo del mar.
Una ventana al sur, pájaros de agua en el jardín y que el viento soplara allá arriba.
Mientras otros juntan los bártulos, la ropa tendida y cierran las ventanas esperando la tormenta, alimentaremos a los peces con la mano.

Agua será otra agua pero el agua y lluvia.
Qué agua desandará los ríos que alimentan este mar que quisimos por barrio.
Tendremos las puertas abiertas y los corazones con candado. Cada uno conservará la llave equivocada, por si acaso.
Soplará el viento allá arriba. Sacudirá los puentes. El viento hará romperse las olas allá arriba, donde otros sueñan con casas a orillas de este mar de luz.

(y de casualidad esta tarde suena un poco así...)


4 comentarios:

eMiLiA dijo...

Te leo y pienso varias cosas, pero se me cruza un "qué buena música, che".
Y me quedo oyéndote y reflexionando si son mejores las casas en el fondo del mar o los castillos en el aire.

:)

Un abrazo!

EMILIANO dijo...

no dejo de pensar lo que nos da y lo que nos quita.

todo.

Fd. dijo...

Ta bueno cuando las inundaciones traen cosas. Qué gracia sino, agua y nada más.

Anónimo dijo...

Bela imagem!