jueves, 19 de julio de 2007

Renovarse

Una vez más. Rompo las cuerdas de este reloj. Una vez más. Me trago sus angustias y su sol. Y una vez más, recuerdo canciones en ojos ajenos y bailes que invento y atardeceres e inviernos.
Una vez más. La gente que se cae de una lista. Una vez más. Los pies que ya no mueven sus dedos en señal de auxilio. Ahora las calles se llenan de esperanza en las horas pico, cuando todos regresan y yo apenas me estoy secando el pelo sobre la almohada, con el café en una mano y el secador en la otra. Y otra, otra vez más las luces se apagan antes de que yo me duerma. Una vez más.
Nada queda bajo la lluvia como antes. Ahora ya nadie deja los juguetes o las herramientas o las culpas pasadas de otros mundos.
Ahora yo te digo, como ese hombre que me roba sueño, déjate convencer y digamos una verdad que ya mentimos a diario. Ya es tiempo de decir verdades, de ser puntuales y de no comer calendarios. Ya es tiempo de vencer los miedos que se acurrucan en los roperos, en los cuartos de porquerías, en los zapatos. Una vez más.
Saldemos las cuentas con la muerte y con el viento, esas dos cosas que nos hacen correr a cerrar puertas y ventanas.
Ahora quizás la lluvia moje nuestras narices y recordemos algo.
Una vez más.

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