jueves, 14 de diciembre de 2006

algo que termina y deseos cumplidos

Lucy observa las cabezas debajo de ella, cabezas de todos los tamaños, en todas las variedades posibles, cabezas para todos los gustos.
Lucy extiende sus brazos y se lanza hacia abajo sobrevolando las cabezas que ha contemplado durante todo el año casi desde el mismo ángulo. Se detiene frente a las negras paredes, da un giro, asciende nuevamente hacia el techo y vuelve a caer en picada sobre las incontables miradas sorprendidas de sus compañeros.
Al fin ha completado su alma con esos deseos que tiene desde hace tiempo. Tirarse, lanzarse escaleras abajo en un vuelo memorable, en un flotar imaginario entre miradas atónitas y gritos ahogados. Lucy vuela, sobrevuela, canta en silencio, baila su danza de alas desplegadas mientras va concluyendo el asombro, como siempre sucede.
Lucy ríe, sueña, piensa en las pantallas blancas, en la gente hablando, en los pares de manos que igualan los pares de ojos.
Lucy piensa en los días, en esos fríos días en que las cabezas comenzaron a ser menos.
Lucy siempre tuvo ganas de tirarse en picada desde lo alto y esperar, acaso en vano, que alguien la recogiera.
Ahora que todo acaba, que el tiempo se escurre de sus ojos sin que pueda hacer nada, ahora que siente la emoción de haber perdido todo pero haber ganado una infinidad de cosas, ahora que molesta a sus compañeros con su vuelo sorpresivo y que estalla el galpón en aplausos, ahora Lucy abre los ojos.
Ya no queda nadie. Solo un par recogiendo sus cosas pàra irse.
El portero la saluda con la sonrisa de siempre y Lucy marcha, solitaria, hacia el encuentro con el mar.
Tal vez allí también sobrevuele cabezas, pero no se enterarán.

1 comentario:

Maximiliano dijo...

Eclipse: Lucy observa hacia abajo y se lanza hacia abajo... Ha contemplado mirar hacia arriba y encontrarse con las nubes? Beso!