miércoles, 28 de abril de 2010

Un mundo


"Esse é o nosso mundo
O que é demais
Nunca é o bastante
E a primeira vez
É sempre a última chance
Ninguém vê onde chegamos
Os assassinos estão livres"

Teatro dos Vampiros - Legião Urbana

Subimos al techo. Los árboles demasiado altos, la casa demasiado hundida en la ciudad. No tenemos panorámica; el barrio, el rincón extraño de esas casas todas iguales nos ofrece un paisaje de soledad, de alfombras verdes, una fábrica, cables que cuelgan a uno y otro lado. Me río de la iniciativa y me siento en el suelo-techo, fantaseando con la idea de la reversibilidad de esa superficie.
Casi no hablamos. La tarde se muere ahí arriba pero ignoramos si pasa lo mismo allá abajo.
Subimos al techo y hablamos de nombres, de calles, de ciudades, sin ver ni un auto pasar; demasiado bajos, demasiado tranquilos, demasiado domingo.
Bajamos sorteando obstáculos y nos olvidamos que era invierno, porque el sol nos había dado una tregua.

E a cada hora que passa
Envelhecemos dez semanas...

Nos quedamos con miradas ancianas pensando en una tarde, en que "ese es nuestro mundo, lo que es demasiado, nunca es suficiente." Y vacilamos ante ese futuro de infusiones y recorridas por los tejados.

4 comentarios:

Jordi Guerola dijo...

Hay veces en que el tiempo pasa sin darnos cuenta. Muy evocador

Estrella dijo...

Me hiciste pensar en la apelícula 25 Watts, ese tiempo..., el sentirse hundido en la ciudad, la uniformidad de los techos.

¿Y ese dibujo?

Seguí escribiendo, Eclipse, es un placer leerte.

eMiLiA dijo...

Y justo vengo del techo de mi casa.

Pocas veces subo pero hoy el día se me antojaba digno de una huida a los tejados. Mucho sol, el celeste en todo su esplendor y yo sola - como es habitual - pensando en el devenir del tiempo e intentando distraer esas meditaciones en los renglones de la lectura de Murakami.
El tiempo pasó y sigue...

Un abrazo

Fd. dijo...

Qué pensamiento ese. El techo de uno es el piso de otro.
Es una idea que me gana siempre, y aunque está muy trillada en la literatura, siempre se le puede sacar jugo de una manera original.
Justo estuve leyendo mucho a Asimov, que por si no lo leíste hace una ciencia ficción con tintes existencialistas, y está muy presente por ejemplo, la situación de que algunas razas extraterrestres vean a los humanos como cosas muy raras, o que gente del año 2200 se extrañe de las costumbres extravagantes de nuestro siglo.