domingo, 16 de octubre de 2011

Nóminas porfiadas

Manos, dedos, pies, pieles que se enredan como partes de una colección sin título, Zahires temibles.
Luego, la culpa engendrará hijos a los que no hemos de asignar nombre. Porque la esperanza de vida, porque hasta los dos años, porque el cariño sin sentido.
El nombre, sutil diferencia entre ganado y mascota, entre zoológico y casa.
Así vamos cargándonos de nóminas inservibles, sintiendo en cada pie que rozamos por accidente, en cada línea dibujada en la piel por una mano ajena, el peso de los nombres arañándonos con fuerza.
Así van esas colecciones llenas de pasados, llenas de hormonas desordenadas y de escrúpulos sofocados, ocupando poco a poco nuestra peculiar percepción del universo.
Por qué, perchè, pourquoi, dice alguien. Y cual índice telefónico acomodamos todo en su sitio, bajo etiquetas.

3 comentarios:

Samy Goldstein dijo...

No sé por qué, recordé mientras leía, algunas cosillas de he leído en algún momento de Saussure...esto del signo y significante. Etiquetas - Nominas inservibles - Nombres.
En fin... una asociación mía...
Un gran saludo!

Sabrina dijo...

tendríamos que poder hacer lo dice el Jodo: cambiarnos de nombre todas as veces que queramos, tener todas las vidas que queremos posibles...

Alejo Z. dijo...

El número de serie. Al parecer sin nombre la gente no sabe quién es, vaya peso que cargar...

Un abrazo