martes, 8 de febrero de 2011

Little room

Diario de viaje IV
25.01.11

Entra la noche. Entra un rectángulo de estrellas, entra la mañana, entra el sopor de todo el día que se queda instalado en esa habitación de dos por dos.
Subimos las escaleras procurando el silencio, pero nos traicionan los escalones de madera que crujen sin conciencia de la gente que duerme detrás de esa decena de puertas que emergen desde la penumbra en todas las direcciones.
La única ventana parece un vigilante, un despertador no programado que nos arranca del sueño.
Un pie toca mi brazo, la silenciosa señal para emprender el retorno, entre los restos de dolor de cabeza y los ojos pequeños de la modorra, sonrío por la promesa cumplida de la noche.
El calor del cuarto se hace cada vez más presente, pero la mañana en la calle trae un viento que nos despeina un poco y nos hace sonreír.
Cuatro labios vacilan una nueva promesa que se vuela en las ruedas de un taxi.
De pronto es martes, un nuevo zambullirse en el colchón para que regrese el sueño.


[y ojalá supiésemos silbar así...]



"In this little room,
In the big city we're so far"

3 comentarios:

evelin. dijo...


me acordé de una canción triste , pero mejor quedémonos con los silbidos.y el momento.

EMILIANO dijo...

qué lindo niña.

una imagen muy dulce.

eMiLiA dijo...

Promesas cumplidas y Norah Jones. Mucho y muy bueno.

:)

Un abrazo!