miércoles, 8 de diciembre de 2010

Asistir a los abismos

Inestable - instalación en el CCR - ft. Antonella. Junio 2010

un parentesco olvidado, cien sillas sin nombre, tréboles de tres hojas, álbumes incompletos, naranjos que se despiden de la temporada, uñas sin cortar, almohadas que perdieron su forma, el mate lavado, las seis de la tarde, el minuto antes, arañas que aparecen con el calor, pelusas en los ojos, cuentos para no leer, poemas que se atascan en los dedos, demasiados insomnios, cantautores que no vienen de visita, telones levantados en mi ausencia, pastillas de efectos retardados, rodillas flacas, un beso tirado a la basura, ómnibus repletos de gente, fantasmas en el patio del fondo.
lentas persecuciones, discordias fraternales, sueños ambivalentes, la pesadez del café con leche, la indolencia de la siesta, comparecer ante simples mortales, tener más cien volando que pájaro en mano, un olor a lunes -siemprelunes- pegado en el cuerpo y la ropa.
los relojes que atrasan, las baldosas flojas, el misterio al santo botón, los balances de fin de año, lo que nunca regresó de todo lo que dimos, los idiomas que no aprendí, el maldito olor a lluvia, las clases que terminan tarde, la incertidumbre que se asoma de a poquito, la gotera en la canilla del baño.
los amigos que no llaman, la desilusión contemporánea, mi amnesia repentina, el aniversario de una felicidad perdida, las terapias alternativas, las suelas gastadas de las sandalias, el viento caprichoso, el fin de las noches de películas, la convivencia desastrosa.
vivir lejos de todo, los asientos incómodos del transporte público, la gente que no sabe guardar silencio, la puerta de la habitación que no cierra, el desorden del cuarto, la gente que mastica chicle, los perros de los vecinos, las respuestas que nunca vienen.
la falta de planes para el fin de semana, la ausencia de interés en algo, la postal que debí haber enviado hace días, las personas que valen la pena y no puedo ver, reprimir las ganas de emprender un viaje sin regreso.

Pero hay té de cedrón y, si quiero, la tarde suena así:



Haceme bién
tu árbol estival
es de aquel lugar
donde ayer comenzó el sol.

10 comentarios:

eMiLiA dijo...

Sublime.

Te leo. Te releo. Un círculo que no tiene por qué tener fin.
Y esa canción de fondo que musicaliza, sí, pero es sobretodo un anhelo.

Gracias.

Un abrazo.

evelin. dijo...

ufff!!!! estamos sincronizadas. qué decirte? esas palabras tranquilamente las podría haber escrito yo , así que , más que un suspiro no me sale. y un grito para adentro.




te quiero lumbrí , tal vez eso sirva de algo.

Anónimo dijo...

simplemente bello.. hermosas palabras, un bello blog lleno de tantas cosas interesantes.

un lindo dia...

besitos

María Mácula de Rojo dijo...

que belleza el sr Flaco!

M. Sinsentido dijo...

Todo tan familiar...

... y el olor a lunes que no se va.



Siempre un placer visitarla.

EMILIANO dijo...

conozco ese sitio (o uno terriblemente parecido).

en cualquier caso, parece que el viaje sin regreso ya comenzó.

lindo leerte, como siempre.

Fd. dijo...

Muy lindo. Leelo el domingo. Capaz me mando.
Son casi como viñetitas. ¿O estaré pecando de frikismo?
Pfff, la gente que no sabe guardar silencio.

loca sin definición! dijo...

me encaaaanta...
muuuchas de esas fracesitas me las llevaría.. :)
(volví)

despojada dijo...

Excelente ... como siempre.
También me gusta el té de cedrón.
Cariños

Ricardo Miñana dijo...

Cuando llegan estas fechas tan entrañables, con mis mejores deseos de paz y felicidad para ti deseo pases una

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

Un abrazo.