Esta vez no hay balances, la balanza se cayó hace rato con el peso de la mediocridad y el desánimo. Hay conmemoraciones, recuerdos, historias privadas, diarios de viaje, fotos mentales.
La ciudad se prepara para convertirse en el típico cementerio de elefantes, con sus oficinistas en días de semana y turistas pergeñando el centro. Hay alguna sombra que me recorre la memoria, como un astro puesto a prueba, regodeándose de sus poderes, inflamando creencias y supersticiones.
La luna pálida me encandila en estos días de festejo y fuegos artificiales, invocando mis ganas de salir hermosamente fría a la hora de la siesta. Apenas puedo celebrar mi abrir de ojos, recordar los pensamientos optimistas que me invadían en otro diciembre tan lejano, rememorar las promesas, el eco antes del disparo de largada.
Pienso en estas nuevas mañanas de café con leche, pastillas y fotocopias, del mediodía regresando en ómnibus repletos para encontrarme en la paz conciliadora del almuerzo y el sueño postergado.
Boca arriba, quizás el techo me lleve a otro techo, a esos ratos de paz temblando en un costado, de amor y aire acondicionado.
Y la madrugada suena así...
How shall I fill
The final places?
How should I complete the wall...
The final places?
How should I complete the wall...
4 comentarios:
"...ganas de salir hermosamente fría a la hora de la siesta"
me gustó mucho esa imagen eclipse.
tan de allá y de acá al mismo tiempo.
..bonitas palabras. reveladoras.
llenas de esa nostalgia.. tan.. tan.. inexorable a veces.
(Me ha hecho repasar recuerdos..)
abrazo niña E. Que empiezes bien el año.
sus escritos son humildemente admirables !
bue...estemmmm...FELIZ AÑO, Eclipse bien VERDE!
(y sacáme ese fondo William Morris, A&C, PLEASE!)
BESAZO!
laura
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