sábado, 28 de agosto de 2010

Matter of fact, it's all dark

Le das vueltas al sueño, tratando de arrancarlo, mientras la espalda se enfrenta a la luz de ese cuarto que apenas aclara el día se llena de sol. Te tapás con las frazadas, a tientas buscás cierto aparato y ponés de corrido ese disco que te gusta. El mejor disco de la historia, pensás para adentro, sin importar caer en clichés o redundancias, sabiéndolo cierto aunque haya tantos otros que te gusten.
Empieza en silencio, va llenando de a poco el aire con los sonidos para estrujarte el corazón un par de veces y hacerte sentir nostalgia con las últimas canciones.
La espalda boca arriba, el mejor disco de la historia sonando a tu lado, los pies estirados en la cama enorme. Al sueño le va a costar despedirse, o al menos a la pereza. Y sin embargo no es día para salir del cuerpo, para inventar un nuevo lenguaje o escribir garabatos en los márgenes de un cuaderno. No es día para andar espiando al sol que otros sienten como augurio de la despedida del frío.
Tomás la cama como los griegos las playas de una amurallada Troya, olvidándote de Argos, pensando simplemente en la batalla.
La batalla contra la caja de cristal que alguien se empeñó en fabricar para mantenerte a salvo y nunca quisiste.
Pero ahora se rompe. Y el mejor disco de la historia y reconocerte aún con sueño.
En el final, la última canción, dice tu nombre. Sonreís pensando en tres o cuatro personas que dicen que se acuerdan de vos cuando la escuchan.
Y no pensás en Argos ni en cajas de cristal cuando termina el disco con esa sentencia rotunda. Te das vuelta y seguís durmiendo.

12 comentarios:

eMiLiA dijo...

Pereza.

Mañana de domingo, las pequeñas líneas del sol pugnando por el protagonismo en esa pared que a estas horas resulta pantalla de un cine de barrio.
La voz, esa más deseada que deviene en burdo despertador pero que en los delirios oníricos es para mí y me abraza.

Pereza.

Primeras horas de un nuevo día y no querer descubrirse - ¿otra máscara más? -, prolongar la protección de las mantas en un gesto de pavor.

Pereza.

Estirar el cuerpo más allá de los preceptos de Procrustes y decir: Es hora. No más excusas.
Y ahí sí, tantear el suelo de la realidad, siempre con el pie derecho, claro.


Un abrazo!!

Eclipse dijo...

emilia!! genial lo que escribiste! escribí más en tu espacio!!
un besote

Georgia SinClaire dijo...

"al sueño va a costarle despedirse"

Genial...(me dió ganas de estar en mi cama, maldito trabajo jaja).

Esos despertares nos acurrucan la esperanza.
(Es bueno tener una canción que nos nombre).


Espero esté ud bien.
Abrazo.

Diang Lugo dijo...

Eso es exactamente lo que sucede conmigo los domingos... Soy tan feliz en domingo...

Mis saludos...

Pablo Nuñez dijo...

"La espalda boca arriba, el mejor disco de la historia sonando a tu lado, los pies estirados en la cama enorme..." qué lindo, te juro que leía y estaba allí. te quiero y gracias

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

Te lo sigo diciendo, con el paso del tiempo, cada vez que te leo, me trasporto, me imagino ahi, tirada en la cama, escuchando un disco y sonriendo al escuchar la canción que me nombra.... :)

Anónimo dijo...

Hay otra canción que quizás hable de vos también, o de una proyección tuya como madre, es de Alejandro Filio y se llama "Despierta" si querés darle un vistazo.

Emilia Silva dijo...

ola!! tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs.

Y por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos blogs con mas visitas.

Espero tu Respuesta a munekitacat@hotmail.com

Un cordial saludo

Catherine Mejia

Betu dijo...

cinematográfico.
Me transporta.
Gracias!

Anónimo dijo...

No, no tenemos idea de quienes somos. Caí a tu blog mientras vagaba... hace mucho dejé este asunto blogófilo y lo retomé hace poco, escribís lindo. Un abrazo desde Paraguay, a una Argentina de distancia.

eMiLiA dijo...

Gracias!!

Lo más curioso que lo escribí de un tirón - por eso algunos errores que corregí a posteriori - y cuando hacia media hora que me había levantado!!

Quizás las neuronas embotadas son las que mejor iluminadas están.

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Es evidente, el mejor disco de la historia tiene, necesariamente, que mencionarnos en algún momento, sino sólo sería un disco más.

Saludos

J.