sábado, 26 de enero de 2013

desandar destiempos

Cuando hay ganas, la gente se encuentra.
A veces hay una energía inexplicable que hace que nos perdamos entre un mar de gente, siguiendo una comparsa hipnotizante y al cabo de un rato vemos resurgir a los amigos de entre la multitud, con una sonrisa de éxtasis musical, y en ningún momento nos preocupamos por el hecho de que no teníamos forma de comunicarnos. Sabíamos que nos íbamos a encontrar en ese trayecto de 18 andado y desandado decenas de veces. Los tambores y su ritmo particular nos predisponen a los encuentros.
Y en una noche simple pero colmada de buenas sensaciones encuentro la metáfora de los encuentros en la vida.
Y celebro ese encuentro postergado.
Y me voy escuchando una música que llena el alma, deseando no perderme nunca más entre desilusiones y destiempos.

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