jueves, 25 de octubre de 2012

(en)Trance

"El viejo truco de andar por la sombra"
Charly García

Al cuerpo ya le duelen las despedidas, se va enfermando de ausencias mientras las noches asustadas piden tregua.
Vos me hablás de esos viajes que emprendemos, me describís como la pasajera en tránsito perpetuo y yo que sólo sé de cadenas en los pies, de estar demasiado atada a un cuerpo y a pocas fronteras. Pero sí, me decís, parecés uno más de los que están acá, de paso, esperando algo.
Y en esa oscuridad, mientras los que esperan se van a dormir, las voces cruzan de sillón a sillón y se enredan entre los ruidos propios de una casa durante la noche. Y las voces y las miradas se encuentran mientras los dos esperamos algo, mientras amamos a personas que están lejos, mientras te rompo la cabeza con esas preguntas inoportunas que te soplan el castillo de naipes, mientras sonrío al darme cuenta que cada palabra que sale de tu boca es poesía.
Repasamos aquella novela:
"Le daba rabia llamarse Traveler, él que nunca se había movido de la Argentina como no fuera para cruzar a Montevideo y una vez a Asunción del Paraguay, metrópolis recordadas con soberana indiferencia. A los cuarenta años seguía adherido a la calle Cachimayo (...)Una cosa había que reconocer y era que, a diferencia de casi todos sus amigos, Traveler no le echaba la culpa a la vida o a la suerte por no haber podido viajar a gusto. Simplemente se bebía una ginebra de un trago, y se trataba a sí mismo de cretinacho."
Y me contás sobre el Ulises de Joyce, sobre la pasividad de ese personaje y entonces si yo soy Traveler vos serás Leopold Bloom, decís, y en secreto yo me imagino cómo será un Bloomsday en Dublín. Y me río, pensando que quizás nunca conozca Dublín.
Nos encontraremos en otra sombra, decís al despedirte. Sonrío con toda la sombra del mundo transformada en lágrimas.

"Un amor real es como dormir y estar despierto"


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