miércoles, 22 de septiembre de 2010

Postales de principio de semana


• Un hombre vende, canjea y compra monedas, pero apenas aprecia la numismática.
"Son tipos raros, los coleccionistas", dice, y ambos reímos (yo pienso en los coleccionistas, en los tocs, en un hombre al que raramente le descubrí el gusto por la numismática), mientras sobre su mesa improvisada se acumulan monedas hermosas, que brillan con el sol del domingo.

• Una chica-niña se arrodilla en el suelo, por rato, a ojear fotos eróticas antiguas, de una belleza con olor a humedad e innombrable, y un número fantástico (pero caro, dice) de la revista Sur (y quizás recuerda a alguien que en la lejanía, extraña, para amar juntas escenarios y caserones históricos)

• Un hombre se persigna al pasar frente al hipódromo.
Me llama la atención no saber si es un culto de burrero o demencia senil.

• Té de tres yuyos para dos

• Un hombre de edad lee un cartel en la cinemateca. Una chica se detiene a hacer lo mismo y el hombre cambia su vista hacia ella, extrañado, como si fuese más interesante que la información que le propiciaba el cartel. La chica se va. El hombre vuelve al cartel pero ya no puede concentrarse. Ni siquiera recuerda el rostro o una belleza fugaz. Solo la juventud apócrifa en su mundo snob.

• Alguien se sube al ómnibus y canta Jacinta, luego Garota de Ipanema, ambas con una gracia y una belleza que dan gusto. Una chica debe bajarse antes y no sabe qué hacer con las monedas que quiere darle. Cuando finalmente se decide por dejárselas a una señora con indicaciones de que son para el cantor, él detiene su canto y le dice, sonriente: muito brigado.
Ella voltea, sonriendo (como venía haciendo desde los primeros acordes de Jacinta) pero con las mejillas rojas. Todo el ómnibus la miraba y sonreía en su paso hacia la puerta del fondo.

Nadie mira hacia arriba en la ciudad. Nadie no. De pronto, en una esquina, alguien nota que el casino tiene en su noble balcón, tras las banderas, a un hombre pelado, de traje, apoyado en la baranda, mirando la ciudad. En frente, un friso enorme, una figura imponente con un tinte a deidad, lo mira casi acusándolo. Casualmente el edificio es una iglesia de Dios es Amor, pero antiguamente el casino no era casino y la Iglesia, con ese friso, era un simple cine.


• Un muchacho saca una foto a una muñeca pintada de payaso.
Una muchacha saca una foto a un muchacho que saca una foto a una muñeca pintada de payaso


"Acababa de descubrir, frente a Pellerin vencedor, que su propia vida era gris. Acababa sobre todo de descubrir que él, Robineau, a pesar de su título de inspector y de su autoridad, valía menos que ese hombre quebrantado por la fatiga, acurrucado en el ángulo del coche, con los ojos cerrados y las manos negras de aceite. Por primera vez Robineau admiraba. Necesitaba decirlo, necesitaba, sobre todo, ganarse una amistad"
Vuelo Nocturno - Antoine de Saint-Exupery

• Abría los regalos como niña en el día de navidad. La emoción no se le iba nunca. Después se los mostraba a todo el mundo. Su niñez encadenada con papel salía a flote con las cosas más simples.

4 comentarios:

Georgia SinClaire dijo...

Ud siempre me lleva a imagenes tan bonitas...

:)

Por un momento no sé si leía o tenía los ojos cerrados y andaba caminando por los puestitos de chucherias del Tigre. Casi oí el río. Casi me ví y lo ví. Hasta te podría jurar que cuando abrí los ojos me pareció que casi era ayer, y no hoy.


Abrazo.
(Excelente cita la de Saint-Exupery).

eMiLiA dijo...

Postales de la vida real.

No sé cómo hacés para expresar tanto con frases tan sencillas.

Me quedo sentada en el cole y aún está cantando ese hombre. Lo escucho por vos y por mí.

:)

Un abrazo!


P.D.: Envidiable aquel(la) que posee un número de la revista Sur.

eMiLiA dijo...

Ah, olvidé un detalle.

El texto es de un escritor argentino que se llama Humberto Constantini.
Al ser uno de los "olvidados" de la literatura no es fácil conseguir material de él.
"Primavera portátil" lo leí navegando por internet, así como otros poemas y cosas más breves.

Altamente recomendable es la novela, "De dioses, hombrecitos y policías" y "Hablenme de Funes". Ambas las leí en una biblioteca porque no las localicé aún para comprarlas. :/

La foto es de este sitio de internet (de donde suelen salir todas mis imágenes):

http://weheartit.com

María Mácula de Rojo dijo...

Hermosas postales, Eclipse. te mando un beso, hace un tiempo que noto largo no pasaba por acá