sábado, 9 de mayo de 2009

Hay un cuerpo tirado en la calle

(o El tipo que canta III)

La noche es un sótano rojo y verde, luces, un puñado de olor a encierro, cables, el aire limpio de cafetería de arriba, la cerveza algo apurada entre libros y risas. La noche, los escalones que me sumergen, ahora ya sabiéndolo de antemano, en un capítulo más de estos tipos que cantan y retrato desde la sencillez de unas palabras anónimas.
Espero la noche con una nueva pollera, invernal esta vez, la plaza y sus nuevos habitantes, el día con remiendos de poesía en dosis de sobriedad que no esperaba.
La noche es temprano, es el recinto vacío que nos recibe con cierta frialdad y esas imágenes que miramos desde la crítica, desde el compendio de las más recientes anécdotas y ese aire de que todo va a estar bien (narana narana naaa).
Y aún tras el cansancio, la pereza o lo que fuera que flotara entre los ladrillos y la gente cual postales de otros reinos, hay lugares libres, hay la hospitalidad de esas canciones tan llenas de simpleza cómplice, tan llenas de la vida de todos los que esperamos ver salir de esa voz de papagayito frágil, las cosas que no nos atreveríamos jamás a calificar de bobas porque son lo que quisimos decir alguna vez y el tipo que canta nos ganó de mano al ponerles música.
Entonces te dejabas caer a ver si alguien iba a sostenerte, a ver si por esas cuestiones de la noche una voz llena de cosas que no entendés te susurraba: 'estoy adivinando lo que pensás'. Y sí, pensás en cada domingo de esos que aparecen tan repetidos en las canciones, en los que se nos permite estar feliz a pesar del día gris, en los que quisiéramos que alguien esté cerca, en el fin de semana.
La noche es noche pero de nuevo se anima, casi como si fueran las tres de la tarde, como cuando tenés una pesadilla y luego despertás feliz, con el absurdo trocado por constelaciones de magma que florecen en los centros, en todos los centros; en la ambigüedad de los nombres, de querer saltar desde un avión y las ganas de cantar tantas canciones, casi una para cada día del mes.
Hay un cuerpo tirado en la calle. Hay un alma rodando en la madrugada. Hay un par de bostezos que nos expulsan de la fascinación de la música hasta la vereda hostil donde el ruido y la gente y los desconocidos nos dan el veneno de la realidad.
Hay un cuerpo tirado en la calle, una foto mental. Y hay preguntas. Y hay tanto miedo, tanta paranoia.
Dando discursos que basé en un libro que leí y asintiendo que es estúpido pensar que alguien tiene dueño, no entiendo cómo las personas se dejan de saludar.
Hay extranjeros que vuelven absurda la palabra xenofobia y se toman una cerveza con los cuerpos, con la calle, con el final de la noche.




nota: El tipo que canta II = El tipo que canta III ≠ El tipo que canta I

10 comentarios:

Jorgelina Mandarina dijo...

Her mo so.

Aunque los fierros atraviesen los riñones y el no haya adivinado lo que pensabas/pensamos.

ámote

Stellita dijo...

Me gusta esto "las cosas que no nos atreveríamos jamás a calificar de bobas porque son lo que quisimos decir alguna vez y el tipo que canta nos ganó de mano al ponerles música", por lo simple, por lo verdadero, por lo absurdo y por lo tan frecuente que de debe ser.
Que escritores lees?
Me da mucha curiosidad.
besos

l dijo...

La temporalidad entre "la noche es temprano" y "la noche es noche" me pareció exquisita.
Hay algo en tus descripciones de momentos pasados que lo hace tan tangible, aún no siendo narrativamente realista.

Besos.

yo mismo dijo...

me encantó. y sobre todo ese último párrafo que tanta razón tiene...

quizá no sean iguales, qué más da. lo cierto es que ningún capítulo de tu saga deja indiferente... y eso... eso es lo mejor que puede pasar.

un beso, amiga.

Eclipse dijo...

jor: pero vos SI adivinás lo que pienso. y eso quizás me baste.

stellita: cuánto me alegro de que te guste esa frase. intenté explicarlo de cien maneras y al final dejé esa. el tipo que canta, es tal cual, con su voz de papagayito frágil dice cosas que podríamos ser tan ingenuos de declararlas tontas pero no, son ciertas!

lauri: gracias por tus halagos... realmente creo que este "tipo que canta" te gustaría... luego te paso algo para que escuches, me suena que te puede llegar a interesar. ah, y las itálicas, para quienes no lo saben, son títulos o frases de sus canciones.

yomismo: estamos para las sagas, che... las mías son involuntarias. hay noches que me piden a gritos que las nombre.

g. dijo...

Mi gran problema es que cuando leo narana narana naaa ♫; yo canto "Hey Jude".

"... con el absurdo trocado por constelaciones de magma que florecen en los centros..."; me encantó esa frase.

Y me gustó el relato, creo que tengo que escuchar alguna vez con más pasión a este muchacho. Si viene a Bs As, debería llevar a Lau ¿no?

Me gustó.

Me estoy poniendo al día, me falta lo de "waterproof" y lo de "la vida es un cassette" de hace tanto tiempo, pero que todavía no he leído.

Besos.

Dolores Eidán dijo...

Mirá vos, ahora llegan estos "tipos que cantan", nos erizan de pies a cabeza con sus letras y hasta nos llevan a escribir estas cosas que llegan a erizar incluso más que los temas.

Ay, mujer, no es novedad en vos, ya no sé de qué me sorprendo...

despojada dijo...

realemnet tenés una capacidad creativa- literaria fascinante.
me encanta pasar por este blog
cariños

Xaj dijo...

La noche es como puede. La luna se levanta la pollera de a ratitos, el sol se tira en parapente y derrapa en la playita al costado del río.

Dejales la birra a los strangers, lo nuestro es el fernet.

Abraxo nena eclipsada.

Fla dijo...

ya quisiera yo a ese papagayito que canta, un dulce, un tierno!
me encantó tu reseña!