Agujereo gritos que pintan llagas en mi boca. Porque el tiempo duele cuando pasa de una mano fría a otra, cuando se entrevera entre los pelos sucios de esas niñas en edad escolar que no van a la escuela.
Pero así y todo hay que seguir levantándose a una hora decorosa, hacer los mandados, ordenar lo ordenable, cumplir con exigencias domésticas e irse uno mismo domesticando, que de eso se trata la vida, cumplir horarios de clases y dejar tiempo para que luego no nos reclamen los amigos. Hay que hacer un par de llamados telefónicos al mes, revisar el gallito, evaluar las consecuencias de las peleas, las reconciliaciones y la lista de gente a quienes ignorar. Hay que escribr, escribir, tratar de anotar cada idea que viene porque así de frágil se va y se pierde y quién sabe si no la encuentra alguien por ahí y comete malapraxis. Hay que fotografiar cada viaje en ómnibus, cada clase monótona, cada caminata de punta a punta de dieciocho, cada viejito sentado en la plaza, cada paloma y cada bichicome.
Pero de todas formas el viento volará los cartones, despeinará lo indespeinable, matará de hambre y frío a los pobladores de debajo de los puentes.
Cada calle rumiará para sus adentros su mayor o menor desdicha, pero todas serán testigos de una vida encartonada y sola.
Pero así y todo hay que seguir escuchando absurdas propuestas en la tele, sabelotodos en las radios. A veces pienso que me salvan los balcones dentro de los que imagino mi vida a mi manera. Y a veces nada más me dan ganas de acompañarlas hasta la puerta de la escuela.
11 comentarios:
Ahora, en España, matará de sed y calor a esos mismos moradores de puentes... siempre les toca a los mismos..
saludos y salud
(me encanta el diseño de tu blog, te enlazo)
tremendo, hermana, tremendo...
a mi a veces también me salvan esos balcones. me debés una charla.
beso grande
Hay veces que hay que realizar tantas cosas al día que al final no hago ni una jejje. Siempre me planifico, pero nada!!
Un besico ( yo también te enlazo)
De acuerdo con eso de que hay que hacerse un tiemrpo para los amigos, y para escribir y fotografiar. La mente guardara recuerdos, pero esas cosas ayudan a revivirlos.
Lindo texto, buen jueves
"Balcones que salvan..."
Gran texto, me ha conmovido, acaso, describiéndote o desnudándote toda.
Saludos.
Pero así y todo hay que seguir levantándose a una hora decorosa, hacer los mandados, ordenar lo ordenable, cumplir con exigencias domésticas e irse uno mismo domesticando, que de eso se trata la vida, cumplir horarios de clases y dejar tiempo para que luego no nos reclamen los amigos.
Tan cierto.
Parece que no soy la única a la cual me salvan esos balcones...
Un beso, gracias por pasar! :)
Ese sentir el asco de la socialización en los dedos y las rodillas. El acostumbrarse a eso que antes negábamos.
Sólo nos quedan los balcones, sólo eso.
Abraxos srta.
Ah, qué hermoso. Besos
Vine rastrenado tu nombre, eclipse, y me voy, feliz de haber llegado.
Acá me verás, entonces, porque me gusta demasiado esto que has escrito.
Me gusta tu blog. Y la verdad es que todos los días en algún momento me siento para la mierda por vivir en este mundo. ¿Qué nos queda, convertirnos en burguesxs “resignados” (de palabra, porque en el fondo no sienten nada), dar una moneda de vez en cuando, y justificar el no hacer nada más porque “estamos demasiado ocupadxs, o peor, los que dicen “los pobres son pobres porque quieren, porque les gusta rascarse? Se me revuelve el estómago. Trato de caminar por esta vida como se puede, porque muchas veces me siento ínfima contra este sistema acartonado y frívolo, pero otras tengo la esperanza de que por lo menos algo, algo, se pueda hacer.
y parece que el tiempo no cambia tanto las cosas y que la distancia nos acerca más de lo que creemos. parece que no es distinto, que en todos lados la vida es un cúmulo de cosas que hay que ir haciendo mientras otros no tienen vida entonces, porque no pueden hacer nada.
supón que las cosas cambian y que tu vida a tu manera es la única que puedes realizar. aunque a veces parezca extraño... e imposible.
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