![]() |
| foto por |
Las reglas son demasiado simples. Aún así parece un truco. Desmigajándose con los pasos, la noche abierta aún resiste, se mantiene entera.
Parece un truco, pie y otro pie, uno delante del otro, las piernas sonríen felices de moverse al fin del lugar.
Las reglas bien claras, la invitación a cualquiera que acompañe la quietud de estos bostezos de extremidades.
Una caminata breve, las calles que seguramente sabemos de memoria y si no, ya es tiempo de hacerlo, la amalgama azul del cielo aún no se despega del suelo y las estrellas se esconden tras las luces de las cuadras a las que destinamos los pasos.
La vuelta manzana, la ronda nocturna de un alma entumecida, la invitación, la palabra, el impulso de romper un sedentarismo asfixiante.
Y en cada vuelta manzana se marca un itinerario ambicioso de huidas, una estela de ya nunca empieza a aparecer detrás de nuestros cuerpos. Caminar, pasar otra vez por esos lugares con otro instante pegado a la ropa de invierno.
Cada caminata es una puerta hacia el destino inconmensurable de la noche.
Las reglas son simples, una vuelta manzana, para que las piernas aprendan sobre cuadrados y esquinas, sin bajar el cordón. Como un circuito cerrado, alcanzamos la llegada al tropezar con la partida. Entonces, quizás, acaso, una sonrisa hacia la luna, una palmadita para despertar a lo que nos aconteció antes, un saber que estuvimos ahí todo el tiempo, pero también caminando en círculos.

¡quién sabe que nos depara una vueltita de manzana!
ResponderBorrarbesito!
laura
Bien de barrio
ResponderBorrar